En las tradiciones de medicina natural, la habilidad de dormirse rápida y profundamente y despertarse sintiéndose ligero y lleno de energía, es síntoma de buena salud. ¡Y es que qué gusto da cuando uno se despierta así! Un sueño de este tipo no solo nos da energía sino que es un gran estimulante del sistema inmunitario.

¿Quieres dormir mejor?

Lamentablemente hoy es cada vez más frecuente que el estrés nos lleve a no poder dormirnos,  despertarnos a mitad de la noche, o levantarnos por la mañana arrastrándonos y sin gota de energía. Para hacer frente a esta situación y evitar el uso cada vez más frecuente de fármacos inductores del sueño, podemos hacer uso de diferentes estrategias:

  • Recomendable cenar poco y ligero; todos hemos experimentado los efectos de cenas copiosas y tardías que nos llevan a soñar demasiado, y levantarnos extenuados y con poca energía. Hay personas que tienden a comer mucho antes de irse a dormir por el propio efecto de somnolencia que producen las digestiones pesadas; aunque pueda ser un remedio inmediato no está exento de los efectos que acabo de comentar.
  • No tomar proteína animal por la noche por su efecto excitante sobre el sistema nervioso.
  • Usar alimentos con alto contenido en triptófano (sésamo, miso), ya que el cerebro lo convierte en serotonina, neurotransmisor que produce calma. Este uso se ve favorecido si al mismo tiempo tomamos hidratos de carbono (cereales integrales), que favorecen, mediante la producción de insulina, que el triptófano entre con más facilidad al cerebro. Un ejemplo de cena relajante sería sopa de miso y  arroz con semillas de sésamo.

Un ejemplo de cena relajante sería sopa de miso y  arroz con semillas de sésamo

  • El sabor dulce natural también tiene un efecto relajante, así que otra opción para la cena es tomar cremas de verduras dulces (calabaza, boniato, zanahoria, cebolla, con semillas de sésamo por encima).
  • Evitar estimulantes tipo café, té, chocolate.., en las últimas horas del día y optar por hierbas relajantes: valeriana, pasiflora, melisa, espino blanco.
  • A última, hora decantarse por ejercicios suaves, como estiramientos, o posturas de yoga, acompañados de respiraciones amplias y profundas (dejar el ejercicio intenso para otro momento del día).
  • Meter los pies y pantorrillas en un barreño de agua caliente con sal unos diez minutos demuestra ser muy efectivo para drenar el exceso de actividad mental.
  • Y por último, agradecer lo bueno que el día nos ha brindado, nos pone energéticamente en un estado de calma para poder dejar las preocupaciones y entrar en un sueño profundo.

Autora: Dra. Eva T. López Madurga. Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Consultora de Nutrición, Macrobiótica y Salud Integral www.doctoraevalopez.com

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