Masticar es un acto voluntario que prepara los alimentos para ser tragados y digeridos por medio de procesos físicos y químicos. Hacerlo a fondo y despacio es imprescindible para una correcta nutrición, porque permite que el sistema nervioso ponga en marcha todo el proceso y active los diversos órganos y jugos digestivos.

¿Por qué se debe de masticar la comida durante más tiempo?

Impulsa diversas funciones:

  • Triturar: Los dientes desmenuzan los alimentos. Los trozos grandes generan un trabajo extra para el estómago, que ha de segregar un aporte extra de jugos gástricos. Puede ser causa de úlceras y lesiones.
  • Hidratar: La saliva humedece y forma una pasta llamada bolo alimenticio, que se puede tragar con facilidad. Las mejillas y la lengua empujan el bolo alimenticio hacia la garganta.
  • Saborear: Cuanto más trinchados están los alimentos más jugos y sabores liberan. Se activan las papilas gustativas de la lengua y tienen tiempo de disfrutarlos.
  • Digerir: La ptialina de la saliva inicia la digestión de los carbohidratos, y la lipasa, la de las grasas. Se transforman los almidones en maltosa, facilitando los procesos posteriores. Una masticación deficiente sobrecarga la actividad del páncreas, el intestino y la vesícula biliar. Genera gases, hinchazón abdominal y pesadez.
  • Desinfectar: La lisozima de la saliva ejerce un efecto antibacteriano y actúa como una barrera frente a las infecciones.
  • Inmunizar: Masticar estimula la célula inmunitaria Th17, que aumenta la protección contra infecciones y hongos en la boca. Facilita la función inmunológica de la flora intestinal.
  • Nutrir: Aumenta la absorción de energía y nutrientes. La comida bien triturada traspasa mejor la pared del intestino y se permite un mayor rendimiento nutricional.
  • Saciar: Ayuda a generar sensación de saciedad. Da tiempo a que el cerebro advierta que está saciado. Cuando se engulle compulsivamente se come más cantidad de lo que el cuerpo necesita, aumentando el riesgo de obesidad y de enfermedades cardiovasculares, renales y diabetes.
  • Reforzar la salud dental: Las mandíbulas se fortalecen y se reduce la aparición de placa dental, sarro y caries. La saliva mantiene la boca limpia.

La regla oriental dice que “se han de beber los sólidos y masticar los líquidos”. Da a entender que no tragaremos un alimento hasta que no se haya convertido realmente en papilla, y que saborearemos los líquidos antes de pasarlos. Una mayor consciencia a la hora de comer permite disfrutar más de la comida y gozar de buena salud.

Autora: Mercedes Blasco. Nutricionista, Máster en Nutrición y salud | bonavida099.blogspot.com | Facebook: Sonrisa vegetariana

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