A medida que van pasando los años sumamos experiencias, vivencias… y todo ello se ve reflejado en nuestra piel. El metabolismo de nuestras células se ralentiza, la piel se vuelve más seca y fina, su tono se apaga, pierde firmeza y aparecen arrugas y manchas. Los consejos para prevenir el envejecimiento de la piel es empezar a cuidarla a una edad temprana, tomar precauciones frente al sol y tener un estilo de vida y una alimentación saludable.

Ritual de tratamiento facial bio para piel madura

Para iniciar un tratamiento facial antiedad, el primer paso, como en todos los tratamientos faciales, es la limpieza facial. Así  eliminamos impurezas de la piel y también se prepara  para el tratamiento posterior. Es importante complementar la limpieza con  un tónico para equilibrar el pH de la piel.

A continuación, se recomienda seguir con un tratamiento intensivo, con un sérum facial o ampollas. Su textura fluida se absorbe fácilmente  y ayuda a la penetración de su concentrado de activos. Por otro lado, este tipo de fórmulas ayudan a que la crema que se aplique después penetre mejor en la piel y aumente su eficacia.

A continuación, aplicar una crema facial, que es el paso principal de la rutina, con principios activos antiedad que ayudan a estimular las funciones naturales de la piel. Aporta hidratación intensa y protege la piel de los factores externos que provocan su envejecimiento. Se recomienda acompañar este paso con un producto especial para el contorno de los ojos, ya que tiene funciones más específicas sobre las ojeras y las pequeñas arrugas tan características de la zona.

Las certificadoras de cosmética natural y ecológica, como NATRUE o COSMOS, no permiten el ácido hialurónico de origen sintético ni animal

Finalmente, se pueden añadir a la rutina dos productos extras, la crema de noche, que se encarga de regenerar y nutrir la piel  cuando dormimos y la crema cuello y escote, uno de los lugares donde se nota más la pérdida de firmeza en la piel.

El ingrediente estrella antiedad es el ácido hialurónico, de origen vegetal (que, por ejemplo, puede proceder del trigo) que se consigue mediante reacciones biotecnológicas. Se encuentra presente en la piel y ayuda a mantener su hidratación y elasticidad.  Con la edad disminuye su producción y la piel pierde capacidad de hidratación. Las certificadoras de cosmética natural y ecológica, como NATRUE o COSMOS, no permiten el ácido hialurónico de origen sintético ni animal.

Otro ingrediente que se encuentra en muchas líneas antiedad en los últimos años es el extracto de algas, ricas en minerales, aminoácidos, sales minerales y vitaminas. Éstas aportan firmeza a la piel y estimulan la síntesis de colágeno.

El aceite de argán, rico en antioxidantes y poliesteroles, es una “fuente de juventud” natural

También se utilizan  aceites vegetales ecológicos. Una piel envejecida es una piel más seca a la que le falta un aporte extra de nutrición. El aceite de argán, rico en antioxidantes y poliesteroles es una “fuente de juventud” natural. También otros extractos procedentes de plantas ricos en Vitamina C, como el extracto de espino amarillo Bio, protege contra los radicales libres.

La coenzima Q10 es otro ingrediente popular en este tipo de cremas, obtenida a través de una fermentación natural, con ayuda de una bacteria, en una solución de glucosa (a base de almidón). La piel genera la coenzima Q10, que proporciona energía y ayuda a regenerar las células. Con la edad el suministro de Q10 baja y esto acelera el envejecimiento de la piel.

En el mercado de cosmética natural y Bio actual hay productos muy completos con activos antiedad muy potentes. Son una alternativa segura sin tóxicos a la cosmética convencional.

Autora: Clara Bosch,  Ingeniera y Máster en cosmética y dermofarmacia | www.naturcosmetika.com

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