Los ciudadanos españoles son cada vez más conscientes sobre la importancia de seguir una alimentación sostenible: 8 de cada 10 ciudadanos ya tienen en cuenta la huella ambiental de los productos que compran  y el 70% está dispuesto a modificar su patrón de alimentación para que éste sea más sostenible, según revela el estudio “Consumidores y transición hacia una alimentación sostenible”, realizado por la Organización de Consumidores Europea (BEUC).

8 de cada 10 ciudadanos tienen en cuenta la huella ambiental al comprar

Los españoles tienen la intención de cambiar su alimentación, con el 40% que afirma que adoptaría una alimentación basada principalmente en productos vegetales para tener un impacto positivo en el planeta y en su salud.

En esta misma línea, una investigación sobre el Análisis del Ciclo de Vida (ACV) llevado a cabo por Quantis y presentada por Upfield concluye que las alternativas de origen vegetal como la margarina tienen una huella ambiental mucho menor que productos lácteos como la mantequilla.

El estudio pone de manifiesto importantes diferencias en el impacto que ambas categorías tienen sobre el medio ambiente con una marcada ventaja de la alternativa vegetal. En el caso de España, la margarina vegetal tiene una huella ambiental 68% menor que la mantequilla láctea hecha en el país. Además, su producción es mucho menos intensiva tanto en el uso de la tierra (39% menos), como en el consumo de agua (67% menos). El análisis constata que para la producción de 1 kilo de margarina en comparación con 1 kilo de mantequilla, se emiten 9kg menos de dióxido de carbono a la atmósfera, se ocupan 8m2 menos de tierra y se requiere de 30 litros menos de agua.

“Los resultados de la investigación son muy contundentes y demuestran el enorme poder que nuestras elecciones y nuestra dieta tienen para nuestra salud y para el planeta”, afirma Jordi Fàbregas, director general de Upfield en España. “Es tal el impacto a nivel medioambiental, que si una familia española decide sustituir la mantequilla láctea por la margarina vegetal durante un año, dejaría de emitir a la atmósfera 12 kilos de CO2. Esta cifra equivale a las emisiones generadas en la producción de 119 botellas de plástico. Y esto no es todo. Esta familia permitiría ahorrar también en el uso de tierra y en el consumo de agua. La clave está en realizar pequeños cambios que marcan una gran diferencia para el planeta”, añade.

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Bio Eco Actual Junio 2020