“La biodiversidad es esencial para la vida” es el mensaje central de la Estrategia de la biodiversidad de la UE para 2030, que fue adoptada por la Comisión Europea en mayo de 2020. Su ambicioso aobjetivo es poner en marcha el camino hacia la biodiversidad europea. Para ello, una de sus acciones principales será la de restaurar los ecosistemas degradados de la tierra en toda Europa mediante el aumento de la agricultura ecológica, que proporciona alimentos sanos, aumenta la fertilidad del suelo y la biodiversidad y reduce la huella de la producción de alimentos
Al menos el 25% de las tierras agrícolas de la UE se han de cultivar orgánicamente para el 2030. Una gran parte del sector de la cosmética natural y orgánica ya contribuye a lograr este porcentaje mediante la producción biodinámica y orgánica de las plantas y frutas de las que utiliza los extractos y derivados en la formulación de sus productos. ¿Cómo contribuyen estas técnicas a la protección de la biodiversidad y la restauración de tierras? NATRUE ha pedido a la experta Claire Hattersley, directora de jardines de Weleda del Reino Unido durante más de 20 años, que nos lo explique
¿Por qué la agricultura ecológica es mejor para el planeta?
La agricultura ecológica es un método agrícola en el que se utilizan sustancias y procesos naturales para producir alimentos, plantas y flores. A diferencia de la agricultura intensiva, la agricultura orgánica se caracteriza por su impacto positivo en la salud y la fertilidad del suelo, que contribuye a preservar el equilibrio ecológico. Además, la agricultura ecológica apoya la protección de la biodiversidad y el bienestar animal ya que funciona con sistemas y ciclos ecológicos, ayudando a mantenerlos.
La diversidad de especies (tanto vegetales como animales) es un factor clave para determinar el nivel de salubridad del suelo
Agricultura biodinámica: orgánica, ecológica y espiritual
La agricultura biodinámica comparte muchos aspectos con la agricultura orgánica, ya que ambas cuidan el suelo, perscindiendo de fertilizantes artificiales o pesticidas químicos, insecticidas o fungicidas. Si bien el punto de partida del cultivo biodinámico siempre es orgánico, la diferencia principal entre la agricultura biodinámica y la agricultura orgánica es que la biodinámica tiene en cuenta los ritmos de la naturaleza. Por ejemplo, los productores biodinámicos estudian los movimientos solares y lunares para escoger el mejor momento para cultivar plantas, flores y alimentos para asegurar las mejores cualidades. Con la espiritualidad desempleando un papel importante en la agricultura biodinámica, los productores biodinámicos son especialmente conscientes de las fuerzas intangibles y no vistas en el trabajo en la naturaleza: desde los efectos de los movimientos del sol y la luna hasta la interconexión de todas las cosas que hay debajo y encima de la superficie del suelo.
Para Claire Hattersley, la relación entre el jardinero y el suelo es la piedra angular de la agricultura biodinámica. “Los productores biodinámicos tienen el objetivo de trabajar en armonía con la naturaleza en lugar de luchar contra ella”, afirma Claire. “Cuando fomentan la biodiversidad en sus granjas y jardines, los cultivadores y sus cultivos se benefician de los efectos equilibradores de la naturaleza”.
La interdependencia del suelo y la biodiversidad
La diversidad de especies (tanto vegetales como animales) es un factor clave para determinar el nivel de salubridad del suelo. “Creando y gestionando diversos hábitats como prados de flores silvestres, estanques y setos, los productores protegen recursos y hábitats importantes para la vida salvaje”, explica Claire. Tanto las técnicas orgánicas como las biodinámicas crean oportunidades para que la naturaleza establezca un equilibrio saludable en la tierra, fomentando y apoyando la biodiversidad que hay. Menos intervención humana equivale a dejar que algunas zonas de una granja o jardín “vuelvan a ser salvajes”, lo que les aporta más vida.
En los jardines de Weleda en el Reino Unido se cultivan más de 40 especies de plantas medicinales diferentes para proveer las instalaciones de producción de Weleda en el Reino Unido, pero también se cultivan cientos de especies de plantas diferentes para fomentar exclusivamente la la biodiversidad que crece en estos terrenos. “Tenemos prados de flores silvestres, setos, bordes de bosque, estanques y campos de cultivo que están totalmente llenos de plantas, insectos y aves”, nos dice Claire.
Suelos saludables = plantas sanas
La agricultura industrializada se ha centrado desde su inicio en la productividad sin preocuparse demasiado por la vida y la salud de los suelos. Pero alimentar las plantas no es igual a alimentar a los organismos del suelo. “El suelo saludable es la clave para el cultivo de plantas sanas; cosa que los productores orgánicos y biodinámicos saben desde hace mucho tiempo”, explica Claire. El uso tradicional de abonos minerales utilizados en la agricultura convencional ha contribuido a un agotamiento gradual de la vida y la salud de los suelos agrícolas, pero la agricultura orgánica y biodinámica ayuda a cuidar no solo las plantas, sino tambíen la tierra. Para ello, es esencial el uso del compost ya que alimenta las algas, las bacterias y los hongos del suelo. El compost también es una fuente de humus, que es el componente vivo del suelo. “Cuando añadimos compost al suelo, le proporcionamos alimento durante toda la vida”, afirma Claire.
Ingredientes orgánicos y biodinámicos en cosmética
¿Cuál es el resultado de las técnicas aplicadas a la agricultura orgánica y biodinámica para mantener los suelos saludables y apoyar la interconexión entre cultivadores, suelo y biodiversidad? “Una planta que ha crecido en conexión saludable tanto con la tierra viva como con un entorno lleno de vida será un ingrediente de máxima calidad en cualquier producto cosmético en el que se incluya”, explica Claire. “Esta es la razón por la que Weleda ha cultivado desde sus comienzos sus plantas de manera biodinámica. Así obtenemos ingredientes de la más alta calidad para su uso en nuestros productos medicinales y cosméticos naturales”.
Autora: Ana Ledesma, responsable de comunicaciones de Natrue. www.natrue.org
Artículo escrito en colaboración con Claire Hattersley, directora de jardines del Reino Unido de Weleda
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