Vender productos convencionales como ecológicos de alta calidad se ha convertido en una fuente de ingresos tristemente común para los estafadores de todo el mundo. ¿Por qué? Para entenderlo, merece la pena echar un vistazo a las tres condiciones previas, los «ingredientes» del fraude: incentivo, oportunidad y actitud. Fueron desvelados por primera vez por Donald R. Cressey, quien los ordenó en el llamado «triángulo del fraude». Porque aunque, de un caso a otro, estos ingredientes pueden estar presentes en diferente medida, crean la base para que se produzca cada uno de los fraudes, sean ecológicos o no.

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Incentivos, oportunidades y actitud

Los incentivos motivan a la gente a hacer algo, y uno de los mayores incentivos que existen es el dinero. Las últimas cifras de Alemania muestran que los precios al consumidor de los alimentos ecológicos son entre un 30 y un 175% más altos que los de sus equivalentes convencionales. «En los productos ecológicos, los costes de producción tienden a ser más altos, mientras que los rendimientos son más bajos. A esto hay que añadir los costes adicionales de las auditorías, los controles y la certificación para demostrar la integridad ecológica», explica Gerald A. Herrmann, director de Organic Services. Tras haber trabajado en el sector ecológico durante 40 años, Gerald sabe que, desgraciadamente, hay mucho dinero para fomentar el fraude ecológico.

Un incentivo no es nada sin una oportunidad, es decir, la existencia de circunstancias favorables para que se produzca el fraude. «En Europa, la legislación ecológica se remonta a principios de los años 90. Yo era consultor agrícola en aquella época, y las auditorías y los sistemas de certificación ecológicos estaban todavía en pañales», recuerda Gerald. Aunque desde entonces se han desarrollado más las medidas preventivas y de detección, está convencido de que se puede hacer más. A pesar de las múltiples normas y reglamentos y de que el sector de la acreditación y la certificación ecológica es millonario, siguen existiendo oportunidades y lagunas para el fraude ecológico. Al mismo tiempo, las tecnologías para ocultar el fraude se han vuelto más avanzadas.

Comprender los ingredientes del fraude en el sector ecológico es crucial para combatirlo

La actitud que subyace al fraude comprende generalmente dos aspectos. En primer lugar, la conclusión de que la ganancia (incentivo) supera la posibilidad de ser detectado (oportunidad), y en segundo lugar, una justificación moral. «¡Todo el mundo lo hace!» o «Tengo que ganarme la vida de alguna manera» son afirmaciones que escuchamos a menudo de los autores en este contexto, y siempre surgen de motivos muy personales: percepción de injusticia, celos o simplemente la creencia de que nadie produce realmente productos ecológicos adecuados en primer lugar.

Fraude ecológico: receta y antídoto

Una vez que tenemos los tres ingredientes principales juntos, la pregunta sigue siendo cómo se comete finalmente el fraude ecológico. Además de la falsificación de documentos de certificación, Gerald ofrece otro ejemplo: «Imagina que hay un agricultor que tiene 3.000 hectáreas de producción de soja ecológica. Tiene tres certificados ecológicos: uno para Estados Unidos, otro para la UE y otro para China. Todos los certificados han sido emitidos por organismos de certificación acreditados, pero por suerte, éstos no se conocen entre sí. Así, el agricultor puede vender tres veces lo que realmente ha cultivado – ¡todo con un certificado válido!»

Comprender los ingredientes del fraude en el sector ecológico es crucial para combatirlo. Los incentivos persistirán mientras los productores convencionales no tengan que pagar los «verdaderos costes» de sus actividades económicas (por ejemplo, los costes de la pérdida de biodiversidad por el uso intensivo de pesticidas) y mientras los costes de las auditorías y certificaciones sigan aumentando en lugar de disminuir. La responsabilidad de reducir la oportunidad recae claramente en nuestros reguladores ecológicos, que sobre todo deben fomentar la digitalización y facilitar el acceso a los datos de la cadena de suministro dentro del sector ecológico. La parte más difícil, sin embargo, seguirá siendo cambiar la actitud detrás del fraude ecológico.

Autora: Ina Hiester, periodista independiente del sector ecológico

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Bio Eco Actual Julio 2022