La zeolita es hija del fuego y del agua. Mineral de origen volcánico, la zeolita se forma a partir de cenizas volcánicas que se depositan en lagos de agua salada. Por efecto del medio alcalino las cenizas se alteran y cristalizan formando una estructura reticular de propiedades únicas.
Propiedades de la zeolita
Se crea una estructura cristalina microporosa con forma de jaula de silicatos de aluminio alcalino hidratados, que tiene una peculiaridad, posee carga superficial negativa. Esta propiedad le permite adherir elementos y moléculas con carga positiva, cationes como cadmio, mercurio, níquel o arsénico, liberando a su vez minerales saludables para el cuerpo, como sodio, potasio, calcio, zinc, manganeso o magnesio. La zeolita actúa como un tamiz molecular, se une a iones, moléculas y metales pesados, a los que captura, liberando elementos y sustancias beneficiosas para el organismo.
Las propiedades de la estructura porosa de la zeolita le permiten una gran variedad de aplicaciones. Se usa en procesos de adsorción de gases y de líquidos, como tamiz molecular, como intercambiador de cationes y en procesos de catálisis de reacciones químicas. Y es la versatilidad de la zeolita la que posibilita su aplicación en medicina. Sus efectos positivos sobre la salud se observan sobre diferentes órganos y sistemas. La investigación clínica ha demostrado su utilidad en procesos de desintoxicación de metales pesados y toxinas del cuerpo, tiene actividad antioxidante, aumenta los niveles de minerales y oligoelementos, mantiene el microbioma intestinal saludable e influye positivamente en el estado de la microbiota del intestino. Es muy eficaz deteniendo hemorragias, cortando el sangrado incontrolado, ya que es un coadyuvante potente de la coagulación.
La zeolita actúa como un tamiz molecular: captura iones, moléculas y metales pesados, liberando elementos y sustancias beneficiosas para el organismo
La capacidad de la zeolita para adsorber sustancias nocivas en el tracto gastrointestinal la hace muy eficaz eliminando los productos de desecho metabólico, los metales pesados, los tóxicos naturales, los compuestos orgánicos y las sustancias radiactivas. Tiene alta afinidad por el amoníaco, muy útil en la eliminación de este producto final del metabolismo de las proteínas. Elimina los metales como cadmio, aluminio, arsénico, plomo y mercurio. Se muestra efectivo bloqueando las toxinas fúngicas. Elimina nitratos del cuerpo a través de las heces y reduce sus efectos sistémicos negativos. Actúa como antioxidante, capturando y bloqueando especies de oxigeno reactivo, como iones de oxígeno, radicales libres y peróxidos tanto orgánicos como inorgánicos.
Autor: Raúl Martínez, Dietista-nutricionista, biólogo
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