Una pasta de dientes limpia y cuida dientes y encías dejando la boca con una sensación refrescante. Ahora bien, ¿todos los dentífricos son iguales? La respuesta es no. Su calidad y eficacia dependen de los ingredientes que contiene. Veamos, a continuación, cuáles son los más indicados y cuáles conviene evitar.

pasta de dientes

Revisar el listado de ingredientes de la pasta de dientes

Una buena pasta de dientes debería eliminar la placa bacteriana, proteger las encías, ayudar a prevenir el sarro, proteger contra la caries y otras enfermedades periodontales, proteger contra la sensibilidad y favorecer un buen aliento. El problema es que hay tantos tipos de pasta de dientes que elegir la más indicada puede llegar a ser una tarea difícil. Muchas marcas comerciales prometen que sus productos no contienen azúcar, edulcorantes artificiales, tensioactivos sintéticos, conservantes, colorantes, perfumes sintéticos o sustancias de origen petroquímico, pero para muchos consumidores es complicado saberlo con certeza para escoger un producto efectivo y natural. La clave está en prestar atención a la lista de ingredientes.

¿Qué conviene evitar?

Desde Dental Implantdent Girona recomiendan mirar sobre todo que el dentífrico no contenga ingredientes sintéticos como el triclosán, el sodium lauryl sulfate o el sodium laureth sulfate. Se trata de tres bases detergentes fuertes, presentes en gran parte de las pastas de dientes convencionales, que generan una cantidad generosa de espuma en la boca pero que que pueden llegar a ser irritantes. Además, estos productos a menudo contienen microplásticos, pequeñas partículas de plástico, de menos de 5mm, que no se disuelven ni se degradan en el agua y que a través de los desagües acaban en los ríos y en los océanos. El flúor es otro ingrediente estrella de las pastas de dientes convencionales y también uno de los elementos más controvertidos. Investigaciones científicas indican que el uso de pasta de dientes con flúor, particularmente durante la primera infancia, presenta riesgos graves para la salud.

Si queremos evitar todas estas sustancias, al elegir un dentífrico es importante que optemos por pastas de dientes naturales y ecológicas certificadas. Sus principios activos de origen vegetal limpian dientes y encías, dejando la boca con una sensación refrescante.

Características de los dentífricos ecológicos

Los dentífricos naturales y ecológicos certificados utilizan tensioactivos naturales y suaves. Entre ellos se incluyen activos de origen vegetal como la menta, la salvia, el eucalipto, el hinojo, el aloe vera, el própolis, el carbón activo o el orégano, entre otros.  Además de sus propiedades antiinflamatorias, antisépticas y calmantes también tienen propiedades refrescantes. Contienen esencialmente detergentes y abrasivos suaves, aunque eso signifique menos espuma. Gracias a elementos como la sal, la arcilla, el bicarbonato sódico, el carbonato de calcio o el sílice, presentan una textura consistente y ligeramente abrasiva para eliminar la placa y el sarro.

Las pastas de dientes naturales y ecológicas limpian dientes y encías, dejando la boca con una sensación refrescante

A diferencia de los dentífricos convencionales, usan exclusivamente aromas y fragancias naturales que aportan un sabor agradable. Algunas de ellas contienen edulcorantes naturales como la estevia, para suavizar su sabor y evitar recurrir a azúcares, que pueden fermentar con las bacterias de la boca y favorecer la aparición de caries.

Garantía de todo ello son los avales de organismos y entidades certificadoras de prestigio internacional como COSMOS, NATRUE o BioVidaSana, que garantizan productos libres de microplásticos, flúor, colorantes u otros materiales sintéticos.

Mantener unos buenos hábitos

Para tener una buena salud bucodental es importante mantener unos buenos hábitos de higiene. Esto pasa por cepillarse los dientes después de cada comida, evitando comer entre horas. Conviene dedicarle al menos tres minutos, cepillando todos los rincones de la boca. Para asegurar una limpieza completa se recomienda tener un método: empezar en una esquina de la boca e ir cepillado lentamente y uno por uno cada diente, hasta llegar a la otra esquina. También es aconsejable completar la higiene con el uso del hilo dental o cepillos interdentales para llegar a aquellos lugares de más difícil acceso y finalizar con un enjuague bucal.

Tan importante es utilizar productos adecuados (cepillos dentales, hilo dental) como renovarlos frecuentemente. Para garantizar su eficacia, se recomienda cambiar el cepillo de dientes periódicamente. Es aconsejable hacerlo cada 3 meses, aproximadamente, incluso antes si fuera necesario. Por otro lado, visitar regularmente el dentista para realizar una limpieza y un examen bucal también es conveniente. Los expertos aconsejan hacerlo cada 6 meses.

La alimentación es otro factor de peso. Pues muchos problemas dentales y bucales se asocian con una mala alimentación. Nuestros hábitos, lo que comemos y bebemos también tienen un papel fundamental en la prevención de caries y el deterioro de los dientes. El exceso de carbohidratos simples, azúcares refinados y alimentos ultraprocesados en la dieta son responsables de daños en el esmalte. Por ello es preferente evitar o reducir el consumo de alimentos como la harina blanca, la pasta blanca, la bollería, los refrescos o los lácteos azucarados, y consumir micronutrientes que favorecen la salud bucodental, como: vitamina A, vitamina D, vitamina K, vitamina C, grasas de calidad y omega-3.

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