Los alimentos vegetales, como frutas y verduras, forman parte indispensable de una dieta equilibrada y sana. Pero en un mundo globalizado, en que la inmensa mayoría de la agricultura es intensiva, aún las personas con mayor conciencia ecológica y que utilizan en su día a día alimentos de calidad orgánica, se encuentran en ocasiones con la necesidad de consumir alimentos convencionales, ya sea en comidas de trabajo, por tomar productos elaborados o por poca disponibilidad del vegetal que necesitan en ese momento.
Para tratar de evitar la exposición indeseada a los pesticidas, que son productos químicos que se echan sobre los cultivos para eliminar las plagas, pero que han demostrado ser nocivos sobre la salud humana, es muy útil conocer qué frutas y verduras pueden tener mayor y menor cantidad de ellos, así como el modo de eliminarlos antes de su consumo.
Cuáles son los vegetales con más y menos pesticidas
Aunque las leyes y características agrícolas pueden cambiar en cada país, los parámetros para conocer los alimentos más y menos contaminados son claros. En general, aquellos con hojas y pieles finas o que han sido encerados son más susceptibles de absorber una mayor cantidad de pesticidas. Al contrario, los que tienen pieles gruesas, cáscaras o vainas que se han de desechar, suelen ser más limpios.
El Grupo de Trabajo Ambiental de Estados Unidos, conocido por sus siglas EWG, publica cada año la lista de los 12 vegetales más “sucios” y los 14 más “limpios”. Son datos que se extraen después de lavar y pelar los alimentos. En la última lista, de 2022, destacaba los siguientes:
Los 12 más sucios:
- Fresas
- Espinacas
- Col kale, berza y mostaza
- Nectarinas
- Manzanas
- Uvas
- Pimientos
- Cerezas
- Melocotones
- Peras
- Apio
- Tomates
Los productos específicos para la limpieza de alimentos no han demostrado ser más eficaces que el bicarbonato, el vinagre y el zumo de limón
Los 14 más limpios:
- Aguacates
- Maíz dulce
- Piña
- Cebollas
- Guisantes congelados
- Espárragos
- Melón dulce
- Kiwi
- Repollo
- Champiñones
- Melón Cantalupo
- Mangos
- Sandía
- Boniato
También la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publica cada año un informe exhaustivo de productos cultivados en 30 países. El de 2022 se hizo con un análisis de 689 pesticidas y más de 88.000 muestras, de las que el 95% se situaron por debajo del límite máximo de residuos de plaguicidas, pero el resto, un 3,6% fueron objeto de sanciones. Se detectó un crecimiento de las tasas de pesticidas respecto a años anteriores en algunos alimentos como en el arroz, las naranjas y las peras, las judías secas, los kiwis y la coliflor. Por el contrario, otros productos mostraban una tendencia decreciente, como las zanahorias, las patatas, el centeno y las cebollas.
Con todo, estos datos son orientativos, y en ningún caso sugieren que los alimentos del grupo “sucios” no se deban consumir, ya que la mayoría son alimentos que aportan nutrientes muy recomendables. La propuesta es que estos alimentos se obtengan preferentemente con garantía ecológica o se cultiven en huertos biológicos propios o comunitarios.
¿Cómo quitar los pesticidas de los alimentos?
Algunos hábitos muy sencillos permiten eliminar la mayoría de pesticidas e impurezas que puede haber en la piel de frutas y hortalizas. Para garantizar el éxito, se combinan diversos pasos:
- Lavar las piezas de fruta o verdura enteras, nunca cortadas y directamente bajo el chorro de agua del grifo durante unos segundos, preferentemente frotando con un cepillo suave. Sirve para eliminar tierra, impurezas y reducir la cantidad de pesticidas, aunque no todos, porque algunos están diseñados para resistir la lluvia.
- Sumergir en un cuenco con dos tazas de agua y una cucharada de bicarbonato sódico. El bicarbonato ha demostrado ser muy eficaz para disolver la mayoría de los pesticidas, incluso los más persistentes. El resultado se nota con sólo dos minutos de remojo, pero con quince es altamente eficaz. Otros elementos también efectivos son la sal, el zumo de limón y el vinagre, que incrementa la limpieza con un efecto desinfectante sobre bacterias, pero tiene un sabor muy penetrante. Se pueden usar en combinación con el bicarbonato, a razón de una cucharada en dos tazas de agua.
- Secar las piezas de fruta o verdura frotándolas con un paño limpio o papel de cocina. Este efecto mecánico acaba de arrastrar los restos de pesticidas que pudieran quedar. Es muy útil con las frutas que llevan ceras o parafinas en la piel que atrapan los pesticidas.
Para evitar la contaminación por pesticidas y productos químicos de síntesis, la mejor opción es el consumo de alimentos ecológicos certificados
Por su consistencia o fragilidad, algunos vegetales no son fáciles de lavar siguiendo estos pasos y necesitan otros tipos de limpieza:
- Bayas y fresas: Se sigue el mismo proceso, pero como su pulpa es muy delicada, el baño de agua con bicarbonato se hace más corto, de sólo dos minutos. Se filtran removiendo en un escurridor y se secan haciéndolas rodar entre dos paños.
- Hortalizas de hoja: Lo ideal es utilizar una centrifugadora de ensaladas. En el agua del remojo se añade bicarbonato y vinagre, se mezcla bien y se deja sumergido cinco minutos. Después se elimina el agua y se procede a centrifugar, para que las hojas queden prácticamente secas.
Por el contrario, no es conveniente usar lejía o jabón disueltos en el agua para lavar hortalizas, ya que su cutícula es porosa y se pueden introducir en la pulpa. Los productos específicos para la limpieza de alimentos no han demostrado ser más eficaces que el bicarbonato, el vinagre y el zumo de limón.
Con todo, para evitar la contaminación por pesticidas y productos químicos de síntesis, la mejor opción es el consumo de alimentos ecológicos certificados. Los pocos productos que se utilizan en la producción agraria ecológica están muy regulados y no tienen la toxicidad de los pesticidas convencionales.
Autora: Mercedes Blasco, Nutricionista, Master en Nutrición y salud
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