España figura como el quinto país de la Unión Europea con mayores niveles de estrés según los últimos datos combinados de Eurostat y otros organismos e instituciones europeas.

Por otro lado, sabemos por la Sociedad Española de Neurología, que el 48% de la población adulta española y el 25% de la población infantil no tiene un sueño de calidad. Según los últimos datos que se publicaban, “más de 12 millones de personas se despiertan con la sensación de no haber tenido un sueño reparador o finalizan el día muy cansadas y, además, más de 4 millones padecen algún tipo de trastorno del sueño crónico y grave”.
Tanto el estrés como el sueño suponen dos procesos fundamentales de nuestra biología y ambos se influyen recíprocamente ya que los niveles de estrés alto afectan al sueño y los problemas de sueño generan a su vez estrés, cansancio, la falta de rendimiento y las alteraciones emocionales. En ambos procesos tiene un papel importante una hormona llamada cortisol. Tanto el estrés sostenido como los desórdenes crónicos del sueño provocan un aumento de cortisol y uno afecta al otro. No solo el estrés es responsable de alteraciones en el sueño, sino que éstas últimas acaban también provocando esa desregulación en el cortisol.
El estrés sostenido en el tiempo, el crónico, es el que desequilibra nuestro organismo y desencadena múltiples síntomas
Necesitamos una cierta dosis de estrés para ponernos alerta en determinadas situaciones, pero el estrés sostenido en el tiempo, el crónico, es el que desequilibra nuestro organismo y desencadena múltiples síntomas que dependen de la persona y van desde contracturas cervicales, dolores lumbares, gastritis, dermatitis, caída de cabello o aumento en los niveles de colesterol hasta hipertensión arterial, infartos o hemorragias cerebrales.
Como siempre, la prevención, pilar fundamental para una nueva medicina, vuelve a ser la clave para mantener el equilibrio de nuestro organismo y para evitar o minimizar los posibles efectos. Además de una alimentación equilibrada y libre de tóxicos, con suplementos que refuercen los nutrientes necesarios y otros que puedan ayudarnos en los momentos críticos (como pueden ser las flores de Bach, los aceites esenciales, las yemas, los que individualmente podamos necesitar…), es importante el ejercicio físico regular; el procurar respetar los ciclos circadianos, es decir, adecuar los ritmos biológicos en base a la rotación de la Tierra en su recorrido alrededor del Sol, para regular nuestra actividad metabólica, hormonal; una respiración adecuada con tiempos para la relajación; así como el cuidado de nuestra microbiota y de nuestras emociones.
Sobre HerbalGem
HERBALGEM, laboratorio de yemoterapia concentrada BIO, trabaja con un sistema de producción que preserva todos los minerales, aminoácidos y ácidos nucleicos de las plantas, recolectando a diario y estabilizando in situ. Dentro de su línea de yemocomplejos de HerbalGem encontramos el complejo antiestrés: Calmigem spray, que ayuda a superar episodios de estrés gracias a la acción de 2 tipos de yemas y 3 aceites esenciales. La higuera tiene propiedades relajantes, el aceite esencial de lavanda ayuda a reequilibrar la energía mental, el de angélica ayuda con los estados de inestabilidad psicológica y el naranjo con los traumas emocionales. La yema de grosellero negro potencia el efecto de los principios activos de este complejo.
Por otro lado, el AEQT Lavanda (aceite esencial quimiotipado) de Pranarom, laboratorio líder en aromaterapia científica, ayuda entre otras cosas, con el sueño y la relajación. 2 gotas AEQT Lavanda en el cuello del pijama o en la funda de la almohada favorecerán un sueño reparador.
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Herbalgem
Autora: Marta Gandarillas, Periodista especializada en Salud Natural, Titulada superior en Naturopatía y Terapeuta de Jin Shin Jyutsu
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