La patata o papa (Solanum tuberosum) es una planta perteneciente a la familia de las solanáceas originaria del Sur del continente americano. Curiosamente, pertenece a la misma familia que el tabaco. Hoy es cultivada en todo mundo por sus tubérculos comestibles y se ha convertido en un alimento básico en la mayoría de países.

patata reina cocina

Actualmente, aunque está muy presente en la dieta de todo el mundo, donde más se consume es en Europa Central y del Este, con un consumo medio per cápita de 94 Kg anuales.

¿Te imaginas cocinar sin patatas, ni tomates, ni pimientos, ni alubias, ni maíz? ¿Es decir, nuestra cocina tradicional sin gazpacho ni tortilla de patatas? ¿Y te imaginas vivir sin el irresistible chocolate? La llegada de los primeros europeos al “Nuevo Mundo” también conllevó una gran revolución gastronómica. La incorporación de nuevas plantas originarias del continente americano a los cultivos para la subsistencia de los europeos mejoró de forma espectacular la calidad de la alimentación. Gran variedad de cultivos originarios de América se adaptaron extraordinariamente bien a la climatología mediterránea, enriqueciendo lo que hoy definimos como nuestro patrimonio culinario.

La patata fue domesticada por primera vez entre los años 8000 y 5000 a.C.

Fue en el altiplano andino, en los primitivos asentamientos humanos que desarrollaron la cultura Tiahuanaco, en la cuenca del lago Titicaca. Estos pueblos oriundos de los Andes cultivaron muchas variedades de patatas durante siglos, antes de la llegada de los primeros españoles. El calendario Cayambi culminaba con el tiempo de cosecha de este tubérculo, las virtudes nutricionales del cual, lo habían convertido en un alimento esencial.

Las patatas empezaron a ser importadas de Perú a Europa a partir del siglo XVI. Desde España, se introdujeron al resto del Viejo Continente. Sin embargo, de entrada no contaron con una buena aceptación. En la Europa de los siglos XVI y XVII surgió una controversia sobre el consumo de patata como alimento. Tuvieron que pasar varias generaciones, unos 150 años, hasta convertirse en una fuente de alimento básico para las poblaciones europeas. Consideradas una rareza botánica, brotaron muchos prejuicios y falsas creencias sobre su toxicidad, pues en un principio los europeos consumieron sus frutos (no comestibles) en lugar de sus raíces, lo cual causó fuertes dolores de barriga y envenenamientos… El consumo se empezó a generalizar entre las clases más pobres a raíz de la aparición de la epidemia que terminó con la mayoría de los castaños de Europa. Antes de la patata, la castaña fue uno de los alimentos básicos para la supervivencia del campesinado.

Como la patata es una fuente excelente de hidratos de carbono, su rendimiento agrícola es mayor que el de los cereales y, además, su preparación es mucho más sencilla, devino un alimento básico para las clases humildes, sobre todo a partir del siglo XIX con el nacimiento de proletariado urbano. Para los habitantes de las ciudades, las frutas y las verduras eran prácticamente inasequibles. Las patatas les aportaban, además de las calorías necesarias, oligoelementos y vitaminas que ningún otro alimento a su alcance les podía proporcionar.

El consumo de patata ha determinado el transcurso de la Historia Contemporánea de Irlanda. Fue introducida a principios del siglo XVII en esta isla tan castigada por la pobreza y las crisis agrícolas. Los animales salvajes y el ganado no causaban ningún daño a la planta, que además se podía cultivar en suelos pedregosos y laderas de colina.

Autora: Helena Escoda Casas, Licenciada en Historia (UAB)

Suscríbete a la Newsletter y recibe Bio Eco Actual gratis cada mes en tu correo

Bio Eco Actual, tu mensual 100% ecológico
Leer Bio Eco Actual