El abonado verde es una forma natural de fertilizar el suelo. Consiste en sembrar un cultivo que no va a utilizarse como alimento para las personas o animales sino para el siguiente cultivo.

espinacas como abono espinacs com adob

Normalmente los abonos verdes son una mezcla de plantas de la familia de las gramíneas como la avena o la cebada, las leguminosas como las vezas o guisantes o crucíferas como la colza y los nabos.

Además de fertilizar tiene otras ventajas como proteger el suelo de la erosión, mejorar su estructura, la circulación del aire y el agua y mantener la humedad.

Los abonos verdes acostumbran a sembrarse en otoño  y crecen a lo largo del invierno. Al final del invierno, justo en el momento antes de la floración, cuando las plantas contienen el máximo de nutrientes en su sabia, se cortan, se dejan secar un poco y al cabo de una semana se entierran muy superficialmente. Estos restos vegetales verdes y cargados de nutrientes provocan un gran desarrollo de las poblaciones de microorganismos que viven en el suelo, que los degradan y los ponen a disposición del cultivo siguiente.

La práctica es más común en cultivos extensivos pero también puede aplicarse en el huerto. Y existe una planta que permite por un lado aprovecharla como alimento, y por otro, utilizarla como abono verde al final del invierno, la espinaca.

La espinaca es una hortaliza de la familia de las quenopodiáceas como la acelga. Es rica en vitaminas y minerales, aunque, contrariamente al mito de Popeye, el hierro que contiene es poco asimilable debido a la presencia de ácido oxálico.

Las espinacas se cultivan principalmente en otoño e invierno, ya que las temperaturas altas impiden la germinación de las semillas y son un cultivo resistente a las heladas. Podemos empezar a sembrarlas en septiembre y hasta diciembre. Si el objetivo es utilizarlas también como abono verde, sembraremos más de las que necesitamos, a voleo, en la parcela que deseemos abonar. Las semillas germinan al cabo de unas tres semanas. Cuando alcancen el tamaño deseado podremos empezar a cortar las hojas para consumirlas.

Al final del invierno, antes de que las temperaturas aumenten y la planta produzca flor, haremos una labor muy superficial para enterrarlas ligeramente. Debemos esperar entonces al menos tres semanas antes de plantar sobre los restos de abono verde el cultivo siguiente para asegurarnos de que se han descompuesto totalmente.

Una manera sencilla y práctica de darle dos utilidades a una de nuestras hortalizas más conocidas y nutritivas

Autora: Montse Escutia, Ingeniera agrónoma especializada en agricultura ecológica – Plataforma de Formación Cultivabio Asociación Vida Sana www.cultivabio.org

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