Por su alto contenido en aceites vegetales se le considera un alimento muy nutritivo que aporta numerosos beneficios a nuestro organismo, sin embargo debe consumirse en proporciones moderadas, pues posee un gran contenido calórico y graso, el cual es una excelente alternativa saludable a la mantequilla y a las margarinas vegetales.

Además, es rico en vitaminas E (propiedades antioxidantes), A, B1, B2, B3, proteínas y minerales.

El Aguacate (Persea Americana) es una especie de fruto arbóreo oriundo del altiplano central mejicano, el cual pertenece a la familia de las lauráceas, es decir: el árbol del laurel. Según parece indicar el escaso registro arqueológico, el foco de su domesticación empezó en las tierras del actual Estado de Puebla, hará de ello unos 10.000 años. Desde allí, su cultivo se expandió de norte a sur, llegando hasta California y Ecuador, dando el salto al archipiélago de las Antillas. Para los pueblos precolombinos este fruto era un alimento fundamental como fuente de ácidos grasos, hoy sigue siendo un alimento básico para el pueblo mejicano y esencial en su gastronomía, como base de un plato estrella: el guacamole. La palabra guacamole proviene del náhuatl ahuacamolli y significa “salsa de aguacate”.

La evidencia fósil parece haber dejado constancia de la existencia de especies predecesoras de los actuales aguacates y de que estos sirvieron de alimento a los dinosaurios terrestres de Mesoamérica, puesto que sólo animales de grandes dimensiones podrían tragar su semilla sin dificultades y por consiguiente exportarla. Nosotros, así como muchas otras especies de animales del presente, podríamos morir en el intento de tragar un hueso de aguacate.

La etimología de la palabra “aguacate” proviene de la lengua precursora del náhuatl, habla propia de los Mexica, la tribu que logró imponer su dominio al resto de pueblos originarios de Mesoamérica y así consolidar el Imperio Azteca. El vocablo ahuacatl que se remonta al proto-azteca significaba “testículo”, por la semejanza entre el fruto y el órgano masculino y, por la forma como este cuelga del árbol, el aguacate le debe su nomenclatura.

No obstante, no en todos los países de habla hispana se utiliza el mismo vocablo. En Argentina, Bolivia, Chile, Perú y Uruguay suele llamarse palta. Esta palabra proviene de la lengua andina Quechua. Los Paltas fueron la etnia amerindia que habitó en la provincia ecuatoriana de Loja y norte de Perú. La región de los Paltas fue invadida por Tupac Inca Yupanqui durante su campaña para conquistar el territorio de la actual provincia de Cañar (Ecuador, Andes Meridionales) e incorporarla al Imperio Inca. La campaña de conquista transcurrió entre 1.450 y 1.475, fue entonces cuando los Incas conocieron este fruto y lo llamaron igual que la provincia invadida.

Los primeros europeos que comieron aguacates fueron los invasores españoles. Tras la llegada a Méjico, Martín Fernández de Enciso fue el primer español que lo mencionó en un libro escrito en 1.519, donde lo describía como una pera salvaje. Lo llamó “aguacate” como adaptación de la pronunciación de la lengua nahualt. En 1.653, el cura Bernabé Cobo describió las tres principales variedades de aguacate relativas a su origen: guatemalteco, mejicano y antillano.

Los barcos españoles que regresaban de América solían hacer escala en las Islas Canarias. En el Jardín Botánico de Orotava en Tenerife crecieron los primeros ejemplares procedentes de Venezuela. Posteriormente, se introdujeron en la península, tras su buena adaptación al clima mediterráneo, fueron llevados al resto de Europa y África. En alemán se conoció como “fruta de mantequilla” pues por su textura y riqueza en ácidos grasos esenciales es la mejor alternativa saludable a la mantequilla y a las margarinas vegetales.

Autora: Helena Escoda Casas, Licenciada en Historia (UAB)
Bio Eco Actual Marzo 2017

1 COMENTARIO

  1. Como se elabora esa mantequilla, sería válido para sustituir en las recetas de Brownie, por ejemplo, al igual que se sustituye el azúcar???

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