Según la Medicina Tradicional China, el invierno es la estación adecuada para tonificar los riñones y nutrir los huesos, regidos por el elemento agua. Por eso te proponemos algunos alimentos tonificantes para tus riñones.
Para combatir el frío debemos priorizar los platos de cuchara como los caldos, las sopas, las cremas de verduras o las legumbres caldosas. Una comida que nutra el elemento agua, que mantenga el organismo caliente y que nos confiera seguridad y protección.
También nos serán muy útiles alimentos y especies picantes suaves como el jengibre, el ajo, la canela o el clavo, que nos calienten, pero no provoquen sudor y sequen los líquidos orgánicos. Este sería el caso de picantes fuertes como la cayena o la pimienta que se pueden usar de manera ocasional y en poca cantidad.
Es la época para consumir alimentos de naturaleza caliente y de color oscuro como las algas, los azukis o el sésamo negro. Vamos a profundizar en las propiedades y beneficios de estos tres alimentos tonificantes ideales para el invierno.
Alimentos tonificantes para invierno
Algas
Las algas son los vegetales del mar; de hecho, evolutivamente son los vegetales más antiguos del planeta. Nos aportan minerales y oligoelementos que asimilamos perfectamente. Cada alga tiene una cantidad diferente de micronutrientes, pero en general nos aportan calcio, hierro, sodio, potasio y yodo. Además, contienen potentes antioxidantes que neutralizan los radicales libres. Según la MTC, tonifican y estimulan los órganos de eliminación renal, especialmente los riñones.
Las algas pardas como la kombu (rica en hierro y calcio) o la wakame tienen una gran cantidad de clorofila, carotenos y xantofilas, de propiedades depurativas y antioxidantes. La espagueti de mar es rica en potasio, sodio y hierro que favorece la diuresis y nutre la sangre. La arame es muy rica en hierro y calcio; muy útiles para dar elasticidad al sistema cardiovascular y para la anemia.
Se puede incorporar una pequeña cantidad en nuestra alimentación, máximo 1 cucharada sopera hidratada al día. Por ejemplo, una buena opción es añadir kombu y wakame a los caldos de verdura o cocción de legumbres.
Judías azuki
El azuki es una judía en forma de riñón, originaria de Oriente, que vale la pena incorporar por sus múltiples propiedades terapéuticas. Es rica en fibra, vitaminas, minerales y proteína de alto valor biológico. Tonifica los riñones y las vías urinarias. Es muy útil en casos de cistitis y también es una gran aliada para prevenir la osteoporosis y los síntomas de la menopausia.
Como cualquier leguminosa hay que dejarla en remojo 8 horas con una tira de alga kombu para ablandarla y que sea más digestiva. Después del remojo, descartar el agua y hervir una parte de azuki por tres partes de agua con kombu durante 45 minutos en una olla a presión. La receta más típica es azukis con calabaza, pero también se pueden cocinar en recetas dulces. Es interesante aprovechar el agua de cocción como un caldo remineralizante y tonificante del riñón añadiendo un poco de tamari.
Sésamo negro
Al igual que el sésamo dorado, el sésamo negro nos aporta calcio, magnesio, vitaminas del grupo B, lecitina, triptófano y fibra. Además, tiene una cantidad más destacable de hierro. Sus propiedades nos comportan beneficios para la salud ósea, equilibra el sistema nervioso, es un reconstituyente muscular y ayuda a regular los niveles de colesterol.
Se puede espolvorear encima de cremas de verduras, en forma de tahin negro (pasta de sésamo) o triturarlo para asimilar todos sus micronutrientes.
Autora: Lluca Rullan, periodista especializada en nutrición y salud natural. Dietista con perspectiva integrativa
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