La deficiencia de hierro es la causa más frecuente de anemia en la infancia. Los niños pequeños necesitan mucho más hierro que los adultos, y sin embargo muchas veces su apetito es limitado y tienden a rechazar muchos alimentos ricos en hierro.

Nutrición infantil: Mandarinas para prevenir la anemia

El hierro se encuentra en abundancia en el reino vegetal. Las legumbres, los frutos secos, las semillas y los cereales integrales son muy ricos en hierro. Algunas verduras aportan también hierro, mientras que las frutas en general tienen poco, excepto que hayan sido desecadas (los tomates secos son una fuente excelente de hierro).

Entonces,  ¿qué tienen que ver las mandarinas con el hierro?

Tienen mucho que ver. La razón es que el hierro vegetal se absorbe poco. Las mandarinas tienen muy poco hierro, pero son ricas en una sustancia que, cuando se combina con el hierro en nuestro intestino, consigue que absorbamos mucho más hierro de los alimentos. Esta sustancia es la vitamina C. El hierro y la vitamina C deben estar a la vez en nuestro intestino, por tanto debemos tomarlos en la misma comida. Si tomamos un plato de garbanzos a mediodía y una mandarina en la merienda, no aprovecharemos el efecto de la vitamina C en la absorción de hierro.

Una o dos mandarinas con un puñado de frutos secos y de semillas de girasol o calabaza son el tentempié ideal a media mañana o a media tarde

Desde octubre hasta finales de marzo es la época no solo de las mandarinas, sino de todos los demás cítricos, que también son ricos en vitamina C. Las mandarinas suelen ser las preferidas por muchos niños y niñas, por su sabor más dulce y porque les resulta fácil pelarlas y comerlas. Una o dos mandarinas con un puñado de frutos secos y de semillas de girasol o calabaza son el tentempié ideal a media mañana o a media tarde en esta época del año. También se pueden tomar de postre. Otras formas de aprovechar las propiedades de los cítricos en la absorción de hierro es tomar un zumo de naranja o de pomelo hecho en casa con el desayuno, tomar una naranja de postre, o añadir al agua de la comida zumo de limón o de lima. El zumo de limón o de lima también puede añadirse al guacamole y a muchas ensaladas.

Si ya tienen deficiencia de hierro o anemia ferropénica, los niños deben tomar suplementos de hierro, siempre prescritos y supervisados por un médico (mal usados pueden ocasionar problemas graves de salud). La alimentación por sí sola no puede curar la anemia, pero nos ayudará a prevenirla en el futuro. Aprovecha estos meses de invierno para llenar la alimentación de tus hijos de naranjas, mandarinas, pomelos y limones, y siempre que puedas, que sean de cultivo ecológico y de proximidad.

Autora: Miriam Martínez Biarge, Médico Pediatra

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