Marie Monique Robin es periodista, documentalista y directora de cine. Galardonada en varias ocasiones por sus trabajos de investigación (siempre sobre temas de gran interés y contenido social), sus libros y documentales, como “El mundo según Monsanto”, “Las cosechas del futuro” o “Round up frente a los jueces”, han dado la vuelta al mundo.

Trabajando actualmente en un proyecto que no puede desvelar aún, nos ha hecho un hueco para hablar sobre el glifosato y sus documentales, la reciente sentencia en EEUU que condena a Bayer a pagar 70 millones de euros y sobre la agroecología.
Has dicho ya en varias ocasiones que el glifosato es el mayor escándalo sanitario de toda la historia de la industria química ¿por qué?
El glifosato tiene cuatro modos de acción muy preocupantes: es quelador de metales (por un lado te intoxica con metales pesados y por el otro absorbe los buenos metales que necesitamos en el cuerpo como el hierro, lo cual afecta al sistema inmune).
Es cancerígeno (está en el Grupo 2A lo que significa que todos los estudios realizados en animales demuestran que es cancerígeno), es disruptor endocrino (actúa como una hormona, por eso hay tantos casos de niños que nacen con malformaciones congénitas) y es un antibiótico muy potente (acaba con las bacterias buenas del suelo y a través de los alimentos que ingerimos, con las buenas bacterias de nuestro intestino causando enfermedades gastroenterológicas). Por eso yo siempre he dicho que es uno de los productos más tóxicos que el hombre ha inventado, porque no es frecuente que un producto reúna todas estas formas de acción y al mismo tiempo estos modos de toxicidad. Y es muy preocupante. Porque está en todos los lados: en el agua, en el aire… La UE hizo un listado de unos 374 productos alimenticios que pueden tener residuos de glifosato. La contaminación es total y general.
El glifosato es uno de los productos más tóxicos que el hombre ha inventado
En tu documental “Round up frente a sus jueces” denuncias todo esto a través de víctimas y expertos ¿no es así?
El hilo conductor de la película es el Tribunal Internacional Monsanto con sede en la Haya. Me encargué de buscar testigos y víctimas en el mundo entero. Filmé a los expertos y víctimas en sus países y también en la Haya donde tuvo lugar el Tribunal. Se trata de un tribunal ciudadano organizado por personalidades de la sociedad civil internacional pero cuando me llamaron para ser la madrina de este tribunal puse como condición que tenían que ser jueces reales y que dieran una opinión jurídica de autoridad basada en el derecho internacional actual. De esta manera, aunque no es un veredicto, tiene un valor jurídico.
¿Puedes explicar en qué consiste el “ecocidio” que se menciona en el juicio?
Yo pedí a estos jueces que averiguaran si Monsanto podía ser considerado responsable de “Ecocidio”. El ecocidio es una figura penal que aún no existe, pero hay un movimiento internacional para que se reconozca como el quinto crimen de la Corte Penal Internacional con sede en la Haya. Hoy en día solo hay cuatro crímenes reconocidos por esta Corte con personalidad jurídica internacional: el crimen de “genocidio”, de “agresión”, de “guerra” y “de lesa humanidad”. La idea es que el quinto crimen reconocido sea el “ecocidio”, crimen contra los ecosistemas. Fue muy interesante lo que pasó en la Haya.
Recientemente hemos conocido que un jurado federal de San Francisco ha considerado probado que el herbicida Roundup de Montasanto, fue “un factor sustancial” en el cáncer de un hombre de 70 años. También el año pasado Monsanto, antes de ser comprada por Bayer, había sido condenada a una indemnización multimillonaria. ¿Pueden ser éstos unos precedentes importantes para otras demandas?
Si, es una buena noticia. Para mi documental, yo también traje víctimas de Estados Unidos, como la primera norteamericana que tiene un linfoma no Hodgkin ligado al uso del glifosato. Cuando tuvo lugar el Tribunal de Monsanto, en octubre de 2016, había 1000 norteamericanos que habían demandado a Monsanto.
Ahora hay más de 11.000 demandantes contra Monsanto en EEUU
Así que el número ha aumentado considerablemente. En el documental también aparecen diversos casos avalados por expertos en toxicología, como el de campesinos de Sri Lanka por una enfermedad renal ligada al uso de glifosato en las zonas de cultivo de arroz y un caso francés de una madre que utilizó un herbicida con glifosato cuando estaba embarazada y tuvo un niño con malformaciones muy importantes.
Pero la OMS ya ha reconocido que el glifosato es un carcinógeno ¿no es así?, y hay multitud de estudios que lo corroboran ¿Cómo es posible que se haya prolongado 5 años más su uso?
Si es algo increíble, no se puede entender. La OMS a través de su Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer clasificó el glifosato como “probable carcinógeno” para los seres humanos. Revisaron más de 1000 estudios científicos independientes, de los cuales se quedaron con 250 estudios que estimaron que estaban muy bien hechos y la conclusión fue que es cancerígeno para los seres humanos. El abogado que aparece también en mi documental, Timothy Litzenburg (del bufete de abogados Miller) pudo conseguir que un juez de California, el mismo involucrado en el caso que ha ganado el año pasado, hiciera públicos documentos internos de Monsanto, (miles y miles, más de 500.000, ¡increíble!) En ellos se ve cómo Monsanto sabe que es carcinógeno, cómo manipula a las agencias de regulación y cómo practican el “ghost -writting”, es decir, piden a un científico reconocido de una universidad importante que firme un estudio que ellos escribieron pero que no tiene valor científico alguno. Es una falsificación de datos. Además se sabe que el primer informe sobre el glifosato que se encargó a una agencia alemana para entregarlo a la EFSA, fue casi redactado por Monsanto y otras organizaciones que producen glifosato. Todo esto lo sabemos y es increíble porque, al final, a pesar de todo, decidieron prolongar otros cinco años la utilización del glifosato.
Se sabe que el primer informe sobre el glifosato entregado a la EFSA fue casi redactado por Monsanto y otras organizaciones que producen glifosato
En tu libro citas varios estudios…
Así es, cito varios estudios. En el primero de ellos, en Francia, se hicieron pruebas a 30 personalidades entre las que estaba yo. Dimos nuestra orina y se detectaron niveles de glifosato que suponen un promedio 12 veces más de lo que está autorizado en el agua. En Alemania hubo un estudio con 2000 ciudadanos, todos contaminados. Los más contaminados son los que comen mucha carne porque los animales de las granjas industriales (cerdos, vacas, pollos…) son alimentados con soja transgénica, manipulada para que pueda ser fumigada con glifosato. La soja está totalmente manipulada”.
Se hizo otro estudio en Alemania a través de la Agencia de Medio Ambiente de Munich en el que se analizaron las 14 cervezas más vendidas en el país y encontraron residuos que suponen hasta 300 veces más que lo que está autorizado en el agua. Igual se hizo con 38 diputados del parlamento europeo, todos ellos contaminados con glifosato.
Es un problema de salud pública muy grande
Y se rocían 800.000 toneladas en todo el mundo, en Francia 9000 toneladas. En España se utilizan muchos agrotóxicos (algunos hasta prohibidos en Francia). Hay un contrabando muy grande de agrotóxicos prohibidos que vienen de España a Francia.
Pero cuando llegue la prohibición del glifosato seguramente sacarán otro producto ¿no?
Ése es el problema. Ahora hay que conseguir la prohibición porque es un producto muy tóxico pero hay que salir de ese círculo vicioso. Cuando ves la historia de los agrotóxicos, siempre es así. Después de 30 años de haber contaminado los campos prohíben y llega otra molécula pero hay que salir de ahí porque eso destruye los suelos, el aire, el agua y enferma a los agricultores, campesinos y a la gente que se come esos alimentos contaminados.
Es necesario promover la agricultura ecológica
Después de tus muchas investigaciones y de haber viajado por tantos países en los que has conocido diferentes ejemplos de prácticas agroecológicas, como describes en tu libro “Las cosechas del futuro”, ¿crees que es viable instaurar un modelo agroecológico?
“Si, pero se necesita apoyo público, como se hizo 50 años atrás cuando se invirtió y se mandó a técnicos a las granjas para transformar la agricultura familiar en una agricultura industrial. Se trata ahora de hacer las cosas en el otro sentido y lo único que falta es la voluntad política y también enfrentarse con el lobby de las multinacionales y un sector agrícola que se beneficia mucho de ese modelo. Pero sí se puede hacer. En el caso de Francia, por ejemplo, hay mucha demanda de alimento ecológico. El crecimiento es de un 20% al año en consumo de alimentos ecológicos así como en agricultura ecológica. Los agricultores que han hecho esta conversión en Francia al modelo agroecológico, viven mucho mejor. Por otro lado, el modelo agroindustrial emite muchos gases de efecto invernadero por lo que es nuestra única opción.”
En el caso de Francia, por ejemplo, hay mucha demanda de alimento ecológico
Con el aumento en la demanda de productos ecológicos las multinacionales quieren hacerse con el mercado. ¿Es compatible la agroecología con las grandes extensiones?
Todos los estudios lo dicen, cuando investigué para mi libro “Las cosechas del futuro”, el por entonces relator de Naciones Unidas, Olivier Schutter, presentó un informe en el que se explica lo muy bien y entrevisté a expertos en Berckley y todos dicen que el mundo de la agroecología no es compatible con grandes extensiones y tampoco con los monocultivos. Lo vi en Andalucía: hacen grandes extensiones de tomates sin agrotóxicos pero no practican realmente agroecología porque siguen con el mismo modelo en el que hacen trabajar a mujeres mal pagadas que vienen de Polonia y viven en malas condiciones. La agroecología es una concepción de la agricultura en la que se busca la interconexión entre los diferentes cultivos, los árboles, los animales…. y en donde cada uno juega un papel. El riesgo que tenemos ahora también en Francia es que hay tanta demanda de productos ecológicos que hasta las multinacionales se apoderan de este mercado nuevo para seguir con modos de producción intensiva. La agroecología no es esto, en la agroecología la gente consume local, de temporada con una producción sostenible y responsable con el Medio Ambiente”.
En la agroecología la gente consume local, de temporada con una producción sostenible y responsable con el Medio Ambiente
Autora: Marta Gandarillas, Periodista especializada en Salud Natural.
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