La dermatitis o eccema atópico es una enfermedad inflamatoria de la piel que produce enrojecimiento, picor y a veces vesículas. Suele aparecer en los primeros meses de vida en personas predispuestas y puede hacerse crónica y afectar a personas de todas las edades.
Además de otras medidas higiénicas, la alimentación juega un papel importante en la prevención y el control de esta afección. La dermatitis es una inflamación de la piel, por tanto aquellos alimentos que favorezcan los procesos inflamatorios agravarán esta enfermedad, mientras que las sustancias anti-inflamatorias reducirán los síntomas.
Factores alimentarios que agravan la dermatitis
Las grasas saturadas (quesos, huevos, carnes, coco, palma) y los ácidos grasos trans son proinflamatorios y empeoran la dermatitis. También es perjudicial un exceso de ácidos grasos omega 6 (presentes en la mayoría de aceites vegetales como girasol, soja algodón, o pepitas de uva). El aceite de oliva siempre es la mejor opción puesto que sus ácidos grasos son mayoritariamente mono-insaturados.
El azúcar, los alimentos azucarados y los cereales refinados producen elevaciones en la insulina. La insulina favorece los estados pro-inflamatorios.
La alimentación juega un papel importante en la prevención y el control de la dermatitis atópica
Factores que protegen frente a la dermatitis
- La lactancia materna protege frente al desarrollo de dermatitis atópica y hace que si ésta aparece, sea menos grave.
- Las vitaminas y antioxidantes de frutas y verduras tienen efectos anti-inflamatorios.
- Los ácidos grasos omega-3, que encontramos en las nueces y semillas de lino, chía y cáñamo y en menor concentración en los productos de soja, son anti-inflamatorios. En algunas personas los suplementos de DHA y EPA procedentes de aceite de microalgas pueden ayudar a controlar los brotes y vale la pena probarlos.
- Los carotenos (pro-vitamina A) son esenciales para reparar la piel y las mucosas dañadas. Las mejores fuentes son boniatos, zanahorias, calabaza, mangos, espinacas, col verde, pimientos y tomates.
- La vitamina D es esencial para el normal funcionamiento del sistema inmune. Las personas con dermatitis deben procurar exponerse todos los días un rato a la luz del sol, pero evitando quemarse. Si esto no es posible, deben valorar tomar un suplemento de vitamina D.
- Una flora intestinal equilibrada ayuda a mantener un sistema inmunológico activo, lo que repercutirá en un mejor estado de la piel. Tomar probióticos 3-4 veces al año es una buena forma de proteger a las bacterias intestinales beneficiosas.
Autora: Miriam Martínez Biarge, Médico Pediatra | www.mipediatravegetariano.com
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