El cardo mariano, también conocido como cardo lechal o borriquero, es una planta medicinal cuya historia terapéutica se remonta 2000 años atrás, se usó como remedio hepatoprotector para tratar principalmente las disfunciones hepáticas. Aunque se cree que es originario de Asia y el Sur de Europa, en la actualidad lo encontramos distribuido en todo el mundo.
Es una planta que puede alcanzar 1,5 metros, posee grandes hojas de hasta 40 centímetros de largo dispuestas en forma de roseta. La floración tiene lugar entre finales de primavera y los meses de verano. Las cabezuelas florales aparecen sobre largos pedúnculos y sus flores son de un color púrpura rojizo. Los frutos están compuestos por numerosos aquenios de color oscuro, es decir, semillas que tienen una corona de pelusa blanca conocida como vilano. Son estas semillas, las que se utilizan por su contenido en principios activos, con una finalidad terapéutica de remarcable acción sobre las células hepáticas.
Tradicionalmente se ha utilizado para prevenir y tratar las afecciones hepáticas. En la Europa actual, el uso de esta planta está basado en su uso tradicional, como complemento para mejorar la funcionalidad hepática y las disfunciones digestivas que tienen también un origen hepático, además continúa usándose como una planta antitóxica útil para el tratamiento de las intoxicaciones, favorecer la digestión y mejorar la función hepática en el alcoholismo.
En su composición destaca la presencia de un grupo de compuestos, denominados flavolignanos, inicialmente denominados como silimarina.
Tradicionalmente se ha utilizado para prevenir y tratar las afecciones hepáticas
La silimarina inhibe la peroxidación de los lípidos en las membranas de los hepatocitos o células hepáticas, protegiéndolas, gracias a su acción antioxidante. La silimarina parece actuar no solo como barredor de radicales libres, también influye en los sistemas enzimáticos de detoxificación hepática. El uso de un extracto de cardo mariano, estandarizado en Silimarina, puede ayudar pues a facilitar la detoxificación de medicamentos.
El cardo mariano contiene además otros compuestos como son: ácidos grasos esenciales, proteínas, esteroles vegetales mucílagos y bioflavonoides como el kemferol.
A la Silimarina, se le atribuye también beneficios hipocolesterolemiantes, que favorecen la reducción del contenido en colesterol hepático y el incremento del colesterol bueno (HDL). Además, ayuda a la función biliar, favoreciendo la síntesis y expulsión de las sales biliares, contribuyendo así a un buen proceso digestivo.
Autora: Maribel Saíz Cayuela, Licenciada en Ciencias biológicas, PGD. Dietética y nutrición.
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