Nuestra primera recomendación para mantener una adecuada flora y salud intestinal es cuidar la alimentación. Promover la ingesta de  fruta, verduras y fibra,  que se relacionan con una mayor diversidad microbiana en el intestino y por tanto la posibilidad de sufrir menos enfermedades crónicas. Gracias a estos alimentos se producen una serie de microbios o metabolitos microbianos con un efecto antioxidante y antiproliferante.

Información microbiota y salud intestinal

Por otra parte evitar el exceso de alimentos ricos en proteínas de origen animal, como las carnes, fiambres, embutidos, pescados y mariscos, que producen metabolitos que se relacionan con el cáncer o la tumoración y por tanto poca cantidad de acido butírico que tiene un efecto protector del epitelio intestinal.

En la salud intestinal también influyen otros factores tales como el ambiente. Bajo condiciones de estrés crónico, nuestro cerebro ordena al sistema endocrino, la secreción de cortisol (una hormona), que afecta a la musculatura intestinal, responsable de la motilidad. Esto afecta a su vez a la mucosa, causando inflamación y dañando así el sistema inmune e inflamando la barrera intestinal que deriva en una permeabilidad del intestino. Esta consiste en separaciones a niveles epiteliales en las paredes del intestino y por tanto una filtración de alimento que se descompone y se puede llegar a asociar con intolerancias alimentarias.

Diferencias entre probiótico y prebiótico

Los alimentos probióticos son aquellos en los que existen bacterias que ayudan a reforzar nuestro sistema inmunológico, estas bacterias además, pueden sobrevivir a una digestión llegando vivas al colon y ayudando a restituir la flora intestinal que pueda haber sido alterada por alguna causa. Este tipo de alimentos son por ejemplo las bebidas energéticas o los yogures. Por otro lado tenemos los alimentos prebióticos, estos estimulan el crecimiento en el colon de las bacterias beneficiosas. A diferencia de las bacterias vivas de los probióticos, los prebióticos son solamente sustancias que ayudan, sin vida, a modo de complementos energéticos para las bacterias beneficiosas.

Estas sustancias son añadidas a algunos alimentos para fomentar el desarrollo selectivo de nuestra flora intestinal. Un alimento prebiótico sirve para potenciar otro probiótico, es decir son complementarios.

Nutrientes que pueden ayudar a la salud intestinal

  • Probióticos, como por ejemplo: Bifidobacterium lactis w51, Bifidobacterium lactis w52, enterococus faecium w54, Lactobacillus acidophilus w22, Lactobacillus paracasei w20, Lactobacillus plantarum w1, Lactobacillus plantarum w21, Lactobacillus salivarius w24, Lactobacillus lactis w19.
  • Combinaciones de hierbas y plantas medicinales como: anís verde semillas, carbón activo, comino semillas, coriandro semillas, hierbaluisa hoja e hinojo que ayuda en flatulencias y el espasmos del vientre.
  • L-Glutamina: la glutamina mejora el metabolismo muscular, la salud intestinal, la salud inmune, apoya la homeostasis de la glucosa, la recuperación tras el ejercicio y a su vez mejora el estrés metabólico, la síntesis de proteínas, el metabolismo de los carbohidratos y la permeabilidad intestinal.
  • Enzimas: como pueden ser la amilasa, proteasa, lactasa, lipasa, celulasa, todas ellas tipos de enzimas que descomponen los carbohidratos y mejoran la digestión. También la papaína, que mejora tanto la digestión como el sistema inmune, y la bromelaína, beneficiosa para el sistema digestivo, mejora también la salud vascular, venosa y el sistema inmunitario.

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Autora: Ana María Rodríguez, farmacéutica de Herbolario Navarro.

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Bio Eco Actual Septiembre 2020