Muchas veces en el etiquetado encontramos mensajes del tipo “rico en fibra”, “alto contenido en proteínas”, “bajo en grasa”, etc. Esos mensajes son voluntarios y forman parte de la publicidad y nos dan idea de algunas de las características nutricionales del producto, sin embargo, no siempre son garantía de que el producto sea óptimo nutricionalmente. Por eso, además de saber qué significan estos mensajes, conviene leer también la lista de ingredientes y la tabla del etiquetado nutricional.

Etiquetado nutricional en los alimentos, ¿qué quieren decir?

¿Qué es el etiquetado nutricional?

Las declaraciones nutricionales son mensajes que pueden diferenciar unos productos de otros, pero que no siempre nos ayudan a compararlos. La razón es porque no todas las empresas utilizan esos mensajes y, por tanto, podemos encontrar productos iguales en el mercado que uno tenga el mensaje y el otro no. Por ejemplo, el mensaje de fuente de fibra lo podemos encontrar en unas galletas que así lo indiquen, pero no quiere decir que ese producto vaya a tener más fibra que unas nueces que, quizás, en su etiquetado o publicidad, no hacen alusión a esa declaración. Fuente de fibra significa que el alimento tiene 3g de fibra o más por cada 100g, de manera que las galletas pueden cumplirlo, pero también las nueces lo cumplirán pues contienen fibra de forma natural. De hecho, las nueces podrían ir incluso más allá pues tienen más de 6g de fibra por cada 100g cosa que, a nivel legal, permitiría declarar que las nueces son ricas en fibra o tienen un alto contenido en fibra.

Las declaraciones nutricionales son mensajes que pueden diferenciar unos productos de otros, pero que no siempre nos ayudan a compararlos

Imaginemos ahora un queso que indica en su etiquetado que es fuente de proteínas, eso quiere decir que más del 12% de su energía proviene de este macronutriente. Sin embargo, eso sucede prácticamente en todos los quesos, sino en todos, así que es un mensaje que nos da una información sobre el producto pero que no nos sirve para comparar. Incluso algunos quesos serán ricos en proteína cosa que quiere decir que un 20% de su energía la aportan en forma de proteína. Así, cuando queramos comprar un producto que tenga una buena cantidad de proteínas, además de ver si tiene el mensaje de fuente de proteínas o rico en proteínas, deberíamos comparar su contenido real de este nutriente en la tabla nutricional. Estos mensajes referentes a las proteínas se utilizan mucho en productos lácteos o en gelatinas, aunque, en la práctica totalidad de los casos, hay que tener en cuenta que son alimentos naturalmente fuente o ricos en este nutriente.

Otros mensajes habituales referentes a las cualidades nutricionales del alimento y su significado son los que siguen:

Bajo en energía

Será aquel producto que no contenga más de 40kcal por cada 100g si es un sólido o de 20kcal por cada 100ml si es un líquido. Este mensaje no se corresponde con los productos “zero” ya que éstos tienen que cumplir que tienen no más de 4kcal por cada 100ml y esto solo lo pueden cumplir algunas bebidas en las que los azúcares se han sustituido por edulcorantes.

Light o ligero

Quiere decir que por lo menos tiene un 30% menos de grasa o de azúcares respecto a las versiones normales del producto. Que un producto sea light no significa que lo sea en su conjunto, puede que la reducción se haya hecho en grasas, pero no en azúcares, así que conviene fijarse bien en los ingredientes y en la tabla nutricional pues no todo lo light es igual de ligero.

Además de saber qué significan estos mensajes, conviene leer también la lista de ingredientes y la tabla del etiquetado nutricional

Bajo en grasa

En este caso el producto no puede contener más de 3g de grasa por cada 100g o 1,5g por cada 100ml, en el caso de los líquidos. Es un mensaje bastante habitual y que podemos encontrar, por ejemplo, en algunos tipos de embutidos o fiambres o en algunos productos tipo burguers vegetales.

Bajo en grasa saturada

En este caso el mensaje nos da idea de un contenido bajo en un tipo de grasas que conviene evitar o reducir por cuestiones de salud y que son las grasas saturadas y las grasas trans. Un alimento que da este mensaje en su etiquetado o publicidad cumplirá que la suma de esos dos tipos de grasas no supere los 1,5g por cada 100g o los 0,75g por cada 100ml en el caso de los líquidos. Este mensaje es interesante pues las grasas saturadas en exceso tienen efectos negativos para la salud.

Fuente de grasas omega-3

Este mensaje se refiere a un tipo de grasas que sí son saludables y, por tanto, son interesantes en nuestra alimentación. Un producto con este mensaje debe cumplir la condición de tener por lo menos 0,3g de ácido alfa-linolénico por 100g y por 100kcal, o por lo menos 40mg de la suma de ácido eicosapentaenoico o docosahexaenoico por 100g y 100kcal. Si el mensaje es “rico en omega-3” quiere decir que el producto tiene el doble de las cantidades antes mencionadas. En este mensaje es importante que, como consumidores, sepamos que el ácido-alfa-linolénico es el omega-3 típico de los alimentos vegetales como las nueces o algunas semillas y que el ácido eicosapentaenoico y el docosahexaenoico, también conocidos como EPA y DHA, son los típicos del pescado azul. Éstos últimos son los más potentes a nivel de efecto beneficioso para la salud, aunque los alimentos que tienen este mensaje suelen estar enriquecidos con aceites de semillas ricos en ácido alfa-linolénico.

Bajo en azúcares

Los productos que no tengan más de 5g de azúcares por cada 100g pueden llevar este mensaje, que se refiere a su contenido total de estos nutrientes y que, por tanto, no nos da información de si el producto tiene azúcares añadidos. Eso solo lo sabremos si consultamos la lista de ingredientes.

Por todo esto, lo recomendable cuando vemos mensajes de este tipo es consultar la tabla nutricional y la lista de ingredientes pues ahí veremos realmente las características del producto o podremos comparar unos con otros.

Nota: este artículo está dirigido al consumidor y es meramente informativo y no exhaustivo debido a la extensión limitada del mismo.

Autoras: Núria Arranz, Ingeniera técnica industrial, Tecnóloga de alimentos | Laura I. Arranz, Farmacéutica – Nutricionista

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Bio Eco Actual Diciembre 2020