Sabemos que es importante mantener un buen sistema defensivo siempre y más durante la estación invernal. Para ello, la alimentación y nuestro estilo de vida son piezas clave, y también lo es la toma de suplementos que contribuyan a estimular y modular el sistema inmunológico, así como el buen funcionamiento de las vías respiratorias. Cuando unimos fitoactivos y fitonutrientes que actúan sobre nuestras defensas a la acción antimicrobiana de los aceites esenciales, obtenemos muy buenos resultados.

Gordolobo y raíz de malvavisco
¿Qué debo tomar para reparar mi sistema respiratorio, tras una infección leve o aguda? En el seno de la fuerte irritación de las vías respiratorias, se produce inflamación y oxidación que lleva a la lesión del tejido.
Plantas como el gordolobo y la raíz de malvavisco pueden proporcionarnos la acción demulcente que tanto puede ayudarnos. Los múcílagos de la raíz de malvavisco y el gordolobo, son ideales para suavizar y proteger la mucosas, y, además nos proporcionan un efecto antiinflamatorio local. Se han utilizado en la medicina tradicional para el tratamiento de la ronquera, la inflamación de la parte superior e inferior del tracto respiratorio, la bronquitis, la traqueítis, la tos y durante los procesos gripales y el resfriado común.
Bayas de saúco y grosellero negro
Para reducir la oxidación y frenar el daño en la mucosa es muy útil tomar los concentrados de bayas de saúco y grosellero negro, poderosos restauradores de la mucosa. Las bayas de saúco tienen componentes con una alta actividad biológica, principalmente polifenoles, que le dan al fruto su característico color negro violáceo. Y son estos compuestos los que nos ofrecen esta acción reparadora. Al mismo tiempo apoyan el tratamiento de la gripe y procesos virales con su actividad antiviral y antibacteriana.
Plantas como el gordolobo y la raíz de malvavisco pueden proporcionarnos la acción demulcente que tanto puede ayudarnos
Es necesario saber que las bayas de saúco no pueden consumirse directamente del árbol y aún menos inmaduras. Cuando se recolecta el fruto ya maduro debe someterse a un tratamiento térmico que hace que ciertos compuestos se transformen y no alteren nuestro sistema digestivo. Por ello es necesario consumirlas en forma de jarabe, de esta forma nos aseguramos de que ya ha sufrido ese tratamiento térmico absolutamente necesario para poder beneficiarnos de su poder curativo.
Por otro lado el concentrado de bayas de grosellero negro, es también otra fuente de antioxidantes muy poderosa, que nos proporciona además una fuerte acción antiinflamatoria. La combinación de los concentrados de bayas de saúco y grosellero negro pueden así ayudarnos a reparar nuestra mucosa respiratoria de una forma progresiva, segura y eficaz.
Autora: Maribel Saíz Cayuela, Licenciada en Ciencias biológicas, PGD. Dietética y nutrición
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