Con el final del período vacacional da comienzo el nuevo curso lectivo. Es momento de reponer materiales, buscar libros de texto y, porque no, aprovechar para adquirir rutinas saludables.

El momento de apostar por alimentos más sanos
Es posible que durante el verano los horarios hayan sido un poco caóticos, tanto a la hora de dormir como en las comidas o que las meriendas de los pequeños hayan sido un poco flexibles. Utilizar el cambio de rutinas es un momento idóneo para introducir más frutas, reducir productos ultra procesados y apostar por alimentos más sanos. Puede que de primeras pienses en una pieza de fruta, pero repasemos algunas ideas sencillas que pueden ayudarte en el cambio.
- Bocadillos: Seguramente sea la opción más habitual en la mochila de los pequeños. Es un formato cómodo de llevar y fácil de comer, pero puede volverse aburrido. Varía los rellenos, incluye patés vegetales, hummus, aguacate… e intenta reducir los fiambres y embutidos.
- Fruta: Es la opción más versátil y sana. El plátano o la mandarina son fáciles de pelar y comer y no necesitan ninguna preparación. En el caso de que el niño sea pequeño o la fruta necesite ir troceada es importante evitar la oxidación ya que si la fruta no está apetecible cuando abran el túper no se la van a comer. Para ello puedes sumergir la fruta cortada en agua con unas cucharadas de zumo de limón, escurrir y colocarla en un recipiente hermético.
Utilizar el cambio de rutinas es un momento idóneo para introducir más frutas, reducir productos ultra procesados y apostar por alimentos más sanos
- Batidos: otra opción sana y con la que seguro disfrutarán es llevar su propio batido casero en una botella isotérmica. Tritura frutas dulces con bebida vegetal y estará listo para llevar y tomar.
- Untables: hummus, tapenade de aceitunas o cualquier otro paté vegetal es ideal para llevar en un túper y acompañar de pan o bastones de zanahoria o pepino. Seguro que crea tendencia en clase.
- Frutos secos: según la edad del niño, los frutos secos son ideales para llevar y enriquecer o completar cualquier merienda. Es importante que sean naturales o tostados, pero sin sal.
- Galletas o repostería casera: hacer galletas con avena y plátano chafado es algo muy sencillo y que alegrará el momento de la merienda.
Es posible que, si nuestros hijos están acostumbrados a llevar al colegio dulces o productos industriales, al principio el cambio sea algo más difícil. En ese caso puedes alternar con meriendas más saludables y reducir poco a poco estos alimentos menos sanos. Por ese motivo, rotar sus snacks y variarlos es la mejor fórmula para que disfruten y llevar meriendas saludables al cole pueda convertirse en un hábito a largo plazo.
Autores: Iván Iglesias, Chef y profesor de cocina vegana y Estela Nieto, psicóloga, Master en psicopatología y salud, y especialista en psiconutrición
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