Hoy en día se vive más tiempo que antes. A escala global, la población con más de 65 años crece a un ritmo más rápido que el resto de segmentos poblacionales. Según los datos de la OMS, “en 2030 una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más. En el año 2050, la población mundial de personas de más de 60 se habrá duplicado hasta llegar a los 2100 millones y se prevé que el número de personas de 80 años o más se triplique entre 2020 y 2050, hasta alcanzar los 426 millones”.

Depuración y suplementación
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Foco en la alimentación y la suplementación

Pero más allá de los datos de esperanza de vida y de los avances en la eficacia de los tratamientos para las enfermedades crónicas como osteoporosis, cáncer, enfermedades cardiovasculares, respiratorias, neurodegenerativas…, es imprescindible trabajar en la prevención para que esa longevidad sea ante todo saludable.

Podemos llegar a un envejecimiento patológico (con enfermedades y discapacidades), un envejecimiento normal (con alteraciones funcionales: pérdida de vista, oído, capacidad de digestión…) o a un envejecimiento saludable (con pérdidas mínimas o nulas y con vitalidad).

En esta etapa es especialmente importante hacer procesos de depuración porque los niveles de toxicidad aumentan

Durante esta etapa de la vida es especialmente importante atender a la alimentación y la suplementación. Una de las características frecuentes es la disminución de la cantidad de HCl (ácido clorhídrico) en el estómago, lo cual tiene unas consecuencias (sobre todo en las mujeres) ya que disminuye la digestión de proteínas (más hinchazón, digestiones más lentas) y puede provocar reacciones inmunológicas.

Atención a la toxicidad

En cuanto a la suplementación, es muy importante tener en cuenta el tema de la toxicidad. Depurar e ingerir suplementos bio, libres de tóxicos, es aún más importante al llegar a edades avanzadas. Porque si hay toxicidad en la matriz extracelular, los nutrientes y suplementos (como los antioxidantes) no van a llegar a la célula y no van a hacer su función. A partir de los 60 hay una disminución de la absorción a nivel intestinal y el flujo sanguíneo se enlentece, por lo que hay menos movimiento de sangre y eso afecta a la absorción. Hay menos cantidad de principios activos biodisponibles a nivel celular, tanto micronutrientes (vitaminas, minerales…) como macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas, grasas).

Es imprescindible trabajar en la prevención para que esa longevidad sea ante todo saludable

En esta etapa es especialmente importante hacer procesos de depuración porque los niveles de toxicidad aumentan debido a que:

  • El hígado disminuye y también el flujo que entra en él, por lo que la detoxificación orgánica es más lenta.
  • La función renal disminuye y con ello los niveles de excreción.
  • La motilidad gastrointestinal se ralentiza y se producen menos movimientos peristálticos, por lo que es más frecuente el estreñimiento.
  • El consumo de fármacos suele ser más alto en esta etapa de la vida.

Por otro lado, para contrarrestar los niveles de oxidación, debemos suplementar con antioxidantes porque los alimentos, aunque sean ecológicos, no tienen los niveles suficientes, debido a la contaminación del aire y el empobrecimiento de los suelos.

En cuanto a los suplementos de antioxidantes hay que tener en cuenta que, cuando envejecemos, disminuye la cantidad de agua y aumenta la de grasa. Por este motivo habrá que buscar suplementos solubles en grasa para que la absorción sea mejor. En lugar de vitamina C como antioxidante, sería más aconsejable un ácido alfalipoico, la coenzima Q10, la vitamina A y la vitamina E. Con el resto de los suplementos sería aconsejable buscar complejos en formas grasas más que hidrosolubles y con certificación ecológica.

Autora: Lluca Rullan, Periodista especializada en nutrición y salud natural. Dietista con perspectiva integrativa

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Bio Eco Actual Septiembre 2022