¿Qué significa que un alimento esté envasado en atmósfera protectora o que se nos advierta de que el consumo excesivo de un producto pueda tener efectos laxantes? En las etiquetas de los alimentos, además de la información obligatoria común como la lista de ingredientes, el etiquetado nutricional, la fecha de caducidad, etc., hay otros mensajes que son obligatorios en algunos casos. Saber a qué se refieren esos mensajes nos ayuda a entender mejor lo que compramos y decidir si nos conviene, o no.
¿Qué menciones particulares podemos leer en algunas etiquetas?
- «envasado en atmósfera protectora»: lo veremos en alimentos a los que se les ha aplicado una tecnología en el proceso de envasado para reducir el aire atmosférico, especialmente el oxígeno, e incorporar otros gases que ayudan a la conservación del producto. Es importante saberlo pues, una vez abierto el envase, el alimento se estropeará más rápidamente. Se utiliza en vegetales de cuarta gama (aquéllos que ya están listos para su consumo), en alimentos cárnicos, embutidos loncheados, etc.
- «con edulcorante(s)»: acompañando a la denominación del alimento: se debe indicar así en alimentos que tienen en su formulación edulcorantes añadidos, por ejemplo, caramelos sabor miel con edulcorantes o yogur con edulcorantes. Es una manera más directa de informar al consumidor de que este producto lleva ese tipo de aditivos, aunque también los veremos mencionados en la lista de ingredientes.
- «con azúcar(es) y edulcorante(s)»: es obligatorio indicarlo así si el producto contiene tanto azúcares añadidos como edulcorantes. Esto puede ser así en alimentos en los que se quiera disminuir la cantidad de azúcares añadidos y para ello se añade una cierta cantidad de edulcorantes. La intención de este mensaje es que estemos bien informados de que el producto incorpora ambas cosas.
- «contiene aspartamo (una fuente de fenilalanina)»: está en la etiqueta cuando el producto contiene aspartamo o sal de aspartamo-acesulfamo y estén en la lista de ingredientes solo con su número E, de manera que al consumidor le resulte difícil saber si tiene esos edulcorantes. Si en la lista de ingredientes están mencionados con su nombre, encontraremos tan solo la mención «contiene una fuente de fenilalanina». Este mensaje es muy importante para quien sufre una enfermedad congénita llamada fenilcetonuria ya que su organismo no puede descomponer la fenilalanina que se acumula en el cuerpo y puede producir daños en el sistema nervioso y cerebro.
- «un consumo excesivo puede producir efectos laxantes»: esta extraña mención es obligatoria para alimentos con más de un 10% de un tipo de edulcorantes llamados polialcoholes o polioles. Los polialcoholes son el eritritol, maltitol, manitol, sorbitol y xilitol, y se utilizan en productos dulces sin azúcares añadidos como galletas, caramelos, barritas dietéticas, chicles. Y esos polioles consumidos en exceso provocan efectos laxantes por un efecto de acumulación de agua en el intestino.
- «contiene regaliz: las personas que padezcan hipertensión deben evitar un consumo excesivo»: justo después de la lista de ingredientes: lo encontraremos en dulces que contengan como aroma o bien el ácido glicirrícico o su sal de amonio o el regaliz en una concentración igual o superior a 4g/kg de producto y también en bebidas que tengan 50mg/l o más o 300mg/l o más en el caso de bebidas con más de un 1,2% volumen de alcohol. El regaliz y sus componentes suben la tensión arterial.
Saber a qué se refieren esos mensajes nos ayuda a entender mejor lo que compramos y decidir si nos conviene, o no
- «Contenido elevado de cafeína: No recomendado para niños ni mujeres embarazadas o en período de lactancia»: en el mismo campo visual que la denominación del producto: debemos encontrar esta información, junto a la cantidad de cafeína que contiene, en bebidas con cafeína en proporción superior a 150mg/l, excepto en aquellas bebidas fabricadas a base de café o té en las que estos componentes ya están indicados como tal. Esta indicación es importante para bebidas con ingredientes que no son el café o el té y que tienen cafeína en cantidad importante, por ejemplo, el guaraná o el mate.
- «Contiene cafeína. No recomendado para niños ni mujeres embarazadas»: en productos que no sean bebidas a los que se les haya añadido cafeína (para mejorar el estado de alerta, el rendimiento…). Debe indicarse el contenido de cafeína del producto y si se trata de un complemento alimenticio, debe indicarse la cantidad de cafeína por dosis diaria recomendada. Conviene no perder de vista que un café suele aportar unos 50mg de cafeína.
- «Con esteroles vegetales añadidos» o «Con estanoles vegetales añadidos»: en el mismo campo visual que la denominación del alimento: obligatorio para alimentos con fitosteroles, ésteres de fitosterol, fitostanoles o ésteres de fitostanol añadidos que se usan para ayudar a controlar los niveles de colesterol. Además, deben indicar la cantidad que aportan de esos ingredientes, su consumo máximo, su no adecuación para niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia, la importancia de consumir una dieta rica en fruta y verdura para ayudar a mantener los niveles de carotenoides (pues estos ingredientes disminuyen su absorción) y también la advertencia de consultar al médico en caso de tomar medicamentos para reducir el colesterol.
- «fecha de congelación o la fecha de primera congelación»: información básica en carne congelada, preparados cárnicos congelados y productos de la pesca no transformados congelados en los que puede haber hasta más de un proceso de congelación.
Es muchísima la información sobre seguridad alimentaria que la industria debe comunicar al consumidor a través de las etiquetas, así que leerlas es definitivamente necesario.
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Autora: Núria Arranz, Ingeniera técnica industrial, Tecnóloga de alimentos | Laura I. Arranz, Farmacéutica – Nutricionista.
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