Las alergias alimentarias más frecuentes se producen frente a los cacahuetes, frutos secos, trigo, soja, lácteos, huevos y pescados y mariscos. Suelen aparecer en la infancia y en muchas ocasiones van volviéndose más leves y terminan por desaparecer; aunque algunas persisten toda la vida.

Prevenir y manejar las alergias alimentarias en la infancia

En el pasado se retrasaba la introducción de estos alimentos en la dieta de los bebés para evitar que se produjeran alergias, ya que se creía que el causante del problema era la inmadurez del sistema inmunológico. Sin embargo hoy sabemos que esto no es así y que esta estrategia puede ser incluso contraproducente. Por eso, en cuanto cumplen los 6 meses, hay que tratar de que prueben rápida, pero paulatinamente, todos los alimentos que constituyen la dieta familiar.

En cuanto cumplen los 6 meses, hay que tratar de que prueben rápida, pero paulatinamente, todos los alimentos que constituyen la dieta familiar

Por otra parte si la familia no come un alimento concreto no hay que dárselo al bebé para que “lo pruebe y evitar que desarrolle alergias en el futuro”. Esto solo funciona si el alimento se incluye en la dieta regularmente. Por tanto si una familia es ovolactovegetariana o vegana no debe dar a probar a sus hijos pescado, y las familias veganas no deben dar a probar a sus hijos huevos o leche de vaca.

¿Qué me debe hacer sospechar que mi hijo/a tiene alergia a un alimento?

Lo más característico es que aparezca alguno de estos síntomas las primeras veces que prueba un alimento (aunque pueden aparecer en cualquier otro momento, incluso años después):

  • Enrojecimiento y / o picor de la piel, sobre todo alrededor de la boca y en las orejas.
  • Dolor de estómago, náuseas, vómitos, diarrea.
  • Dificultad para respirar.

Si aparecen estos síntomas debes ir al centro de urgencias más cercano, ya que algunas veces este cuadro puede volverse grave.

A partir de este momento no se debe ofrecer más el alimento sospechoso hasta que un especialista en alergias confirme el diagnóstico. Esto es importante porque si no, corremos el riesgo de achacar a una alergia alimentaria un problema no relacionado, y retirar de la dieta sin motivo un grupo importante de alimentos.

Cuando la alergia se confirma

Es vital retirar ese alimento definitivamente de la dieta. Hay que enseñar a los niños a leer las etiquetas y a preguntar cuando estén en el colegio o en casas de amigos. Deben aprender a identificar los síntomas de alergia, a pedir ayuda y en algunos casos, a administrarse la medicación que necesiten.

Conviene consultar con un nutricionista para asegurarnos de que el resto de la dieta está bien equilibrada y de que hemos sustituido el alimento alergénico adecuadamente.

Autora: Miriam Martínez Biarge, Médico Pediatra.

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Bio Eco Actual Julio 2020